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22
de octubre 2008 El nido. Por: Hector Hall |
Después de una hora de navegación con los grupos ansiosos por comenzar la pesca llegamos al lugar, por suerte la marea recién comenzaba y presagiaba que la maza de agua correría con fuerza, elemento primordial para que los bagres coman. Rápidamente se produjo el primer pique que fue fallido, pero luego los piques continuaron y así las buenas capturas se fueron sucediendo, con pique casi constante hasta las cuatro de la tarde que dimos por finalizada la buena jornada de pesca. Para destacar en esta oportunidad, los primeros 3 monchuelos de la jornada, fueron a parar al horno del PATÏ para luego de un rato de cocción terminar en la panza de los pescadores.
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