Pocos pero grandes.
Por: Hector Hall
Con días poco felices para la practica río adentro de la practica de la pesca deportiva, en los cuales prevalecen fuertes vientos del sector noreste, que a la tarde se trasforman en este, sureste, Horacio y Juan tuvieron la suerte de lograr dos buenas capturas de dorados de muy interesante tamaño, que me impresionaron gratamente, ya que no creía que hubiese de ese porte. Debido al oleaje producido por el viento la pesca la realizamos en una zona al reparo de la escollera de piedras del puerto en los malecones del puerto la plata.
NOTA: Es muy importante reflexionar sobre el destino de los doradillos y bogas pescadas. La devolución de las capturas tiene que ocupar un lugar preponderante y preferencial en nuestro plan de pesca porque esta maravilla que hoy estamos disfrutando debe perpetuarse. De otra manera, las esplendidas bogas y dorados de los malecones de Berisso también engrosaran el triste libro de recuerdo de buena pesca.
Demás esta decir, que el buen deportista no debe utilizar anzuelos triples que lastiman demasiado la frágil boca de la boga y la privan de tener una lucha pareja.
Los
elementos utilizados:
podemos usar una caña
liviana, de 8 a 15 libras, de acción media, de un largo a gusto del pescador. He
probado últimamente una cañas de 2,40 metros que hace la pesca muy sensible y
agradable. El reel pequeño del tipo sapito o frontal, cargado con multifilamento
de 20 mm, o nylon del 0.40 nos ponen en el juego.
Como todos sabemos, los dientes del dorado nos exigen un Terminal de cable de
acero de unos 25 centímetros, de 20 libras para el equipo descripto liviano.
