Haciendo una similitud con el refrán, podemos decir que: Año nuevo bogas nuevas.

Excelente jornada de pesca pasamos con Raúl, Luciano y Héctor. Quien demostró toda su capacidad con la caña a la hora de sacarle al riopla sus mas preciados frutos.

Temprano embarcamos en la marina y partimos hacia los malecones, claro había que llegar a prefectura y recién allí saber lo que el viento nos depararía. Como casi todos los días, el viento del sector este no nos dejaría ir mas allá de los quinientos metros de la costa, pero para arrancar era buena posibilidad, de paso ir tomándole la mano al pique con algunas bogas medianas y chicas.

Para el mediodía el viento fue amainando y la decisión fue partir río adentro hacia la zona de palo blanco distante tres millas del puerto la plata a garetear para intentar suerte con los paties gigantes. Cambiamos equipos, líneas sacamos unas lindas anguilas que me presto el amigo Seba y al tanden, bien presentadas.

Aparejos al agua y a probar suerte con la combativa especie. Los piques comenzaron y Héctor se despacho con un gran blanco, luego Raúl y posteriormente Luciano, claro con varios piques y algunas capturas nos fuimos entusiasmado. Si bien nos dábamos cuenta que los piques no eran de paties no perdimos las esperanzas. Después de dos horas al garete hubo un par de piques importantes de Pati gigante, que a la hora de la clavada lograron zafar del engaño.

Nos quedaban un par de horas de pesca y volvimos a la escollera a probar otra vez con las bogas, pero esta vez más lejos de la costa. Rápidamente Héctor clavo la primer boga de las buenas, en ese rato fue un monologo de este, capturando una tras otra y cada ves mas grandes ante la mirada de los demás pescadores que al final tuvieron su premio logrando su gran dama.