Cuando llega la primavera, las aguas van aumentando
paulatinamente su temperatura es cuando los pescadores deportivos comenzamos
a reemplazar los equipos de corvinas y bagres de mar por otros más livianos
para arrancar con la temporada de bogas (Leporinus Obtusidens), que a
diferencia de otras zonas del río de la plata, en los malecones del puerto
la plata Berisso la técnica a utilizar es totalmente distinta.
Las bogas que se concentran en gran número en los malecones son de excelente
calidad por sus grandes tamaños, es muy común obtener piezas que superan los
cuatro kilos de peso.
Volver a los fabulosos malecones en busca de las reinas siempre es un
placer.
Por tal motivo el domingo comenzamos con la temporada de bogas. Como es
habitual año tras año nos encontramos a las ocho de la mañana en Marina del
sur, lugar del cual partimos hasta la zona de pesca, con un río en
inmejorables condiciones y mucho calor, no nos quedo más que elegir un palo
de los malecones para comenzar la pesca, con las dos lanchas una al lado de
otra. Los lances los realizamos sobre las piedras que forman el malecón
tratando de ubicar el aparejo entre los palos que se extienden cinco
kilómetros río adentro, después de unos minutos comenzaron los piques que en
algunos casos fueron pequeños arrastrones, pero una ves clavadas presentaron
una espectacular lucha, cuando clavábamos bogas grandes y carpas que
también ya pueblan el malecón. Como es costumbre la mayoría de las capturas
fueron devueltas al agua, recuerden que es muy importante no abusar de la
bondad de la zona matando todas las bogas que logremos capturar, ya que
preservar el lugar nos va a brindar la posibilidad que la especie se
mantenga y a sí poder divertirnos con esta fabulosa pesca por mucho tiempo.
Los equipos utilizados fueron: varas de grafito de dos metros de ocho
libras, con reeles frontales y rotativos medianos cargados con
multifilamento y nylon.
Las líneas de un solo anzuelo, del tipo boguemos n° uno y dos ( este
favorece al pescador a la hora de sacarle el anzuelo de la boca del pescado
para no lastimarlo demasiado), la madre de un metro y la bajada a veinte
centímetros de la parte superior. Las plomadas de sesenta gramos del tipo
palito.
Las carnadas: masa lombrices, trocitos de salamin y chorizo colorado.
PARA RECORDAR:
Es muy importante reflexionar sobre el
destino de las bogas pescadas. La devolución de las capturas tiene que
ocupar un lugar preponderante en nuestro plan de pesca porque esta maravilla
que hoy estamos disfrutando debe perpetuarse. De otra manera, las
esplendidas bogas de los malecones de Berisso también engrosaran el triste
libro de recuerdo de buena pesca.
Demás esta decir, que el buen deportista no debe utilizar anzuelos triples
que lastiman demasiado la frágil boca de la boga.

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