Lo bueno que tenemos los pescadores deportivos, es que nada nos detiene, ni el mal tiempo, ni la luna neutra, y mucho menos las fechas importantes, donde muchas veces la patrona nos pone mala cara, porque le comentamos que el sábado me voy a pescar, y justo es el cumpleaños de ella o de otro ser querido, o vísperas de navidad o año nuevo. Pero no importa, la pasión por este deporte todo lo hace posible. Tal es así que los amigos de Lujan, Gustavo y José Luis no dejaron pasar la posibilidad y en vísperas de reyes se hicieron una escapadita a Berisso, nada mas y nada menos que a buscar las famosas damas de los malecones del río la plata.

Con condiciones inmejorables, navegamos los quince minutos que nos separan de la marina hasta la zona de pesca, previo paso por P.N.A para dar el parte correspondiente e ingresar al río de la plata.

Una ves en la zona de pesca, los amigos comenzaron los lances, sobre un malecón en toda su magnitud, por la bajante reinante, lo que facilito mucho los lances a los huecos de pesca, ya que los palos nos marcaban la cancha. Los piques no se hicieron esperar, y a la hora del asado ya contabilizábamos más de veinte capturas con más de diez devoluciones, ya que con tantas bogas, Gustavo y José seleccionaron las más grandes que serian las que iban a consumir.

Después del rico asado con ensaladas en la isla Paulino volvimos a la cancha, donde nada había cambiado, nos divertimos un rato mas y pensando en que a la noche llegarían los reyes magos, aunque los muchachos por momentos me confundieron con el negro Baltasar (por el regalo) emprendimos la derrota de regreso a la marina.