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08 de Enero del 2008 Al fin aparecieron. Por: Héctor Hall |
En muchos casos el aficionado toma la pesca como un deporte para pasar el día entre amigos, vivir en contacto con la naturaleza contar anécdotas e intercambiar datos. Aunque es cierto que en otros casos algunos la tomamos como un desafió, en el cual intervienen diversos factores; las condiciones del ámbito, el clima o las variaciones a la hora de alimentarse de una especie. Después de un fin de semana para el olvido, en el cual no logramos capturas importantes, mi preocupación era que pasaría los días posteriores, el lunes siete tenia nada mas y nada menos que realizar una nota para la revista weekend, todo un desafió, mas sabiendo que las bogas habían aparecido en cuenta gotas el sábado y domingo. Llego el lunes y el equipo de la revista numero uno del país ya en la Gianella III preparados para el relevamiento, que después de una mañana preocupante por la falta de capturas, por la tarde el malecón volvió a ser el de los viejos tiempos y las bellas damas se mostraron mas bellas aun para la revista, nota que podrán apreciar en el próximo numero de febrero. El día martes ocho llegaban a Berisso los amigos de la ciudad de Morón Pereyra Carlos, Hidalgo Guillermo y Wande Edgardo que a pesar de los cuarenta grados de calor lograron realizar una entretenida jornada de pesca, que a diferencia del día anterior los piques comenzaron ni bien cayeron los aparejos al agua. No tengo más que agradecimientos hacia el grupo por haber aceptado las reglas de juego como habitualmente lo hacen todos aquellos que participan de mis excursiones al practicar la pesca con un alto porcentaje de devolución. Es muy importante reflexionar sobre el destino de las bogas pescadas. La devolución de las capturas tiene que ocupar un lugar preponderante en nuestro plan de pesca porque esta maravilla que hoy estamos disfrutando debe perpetuarse. De otra manera, las esplendidas bogas de los malecones de Berisso también engrosaran el triste libro de recuerdo de buena pesca. Demás esta decir, que el buen deportista no debe utilizar anzuelos triples que lastiman demasiado la frágil boca de la boga. Héctor Hall.
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