Y otro día más de lluvia!!!!

Cuándo parara???

Nos preguntábamos una y otra vez!!!.

Pero ya estaba totalmente decidido, que íbamos a entrar a pescar, aunque el servicio meteorológico nos lo había anticipado, ya que el domingo pasado no pudimos llegar por el torrencial vivido en la autopista, y encima las ganas se habían acumulado durante toda la semana.

Llegamos a las 7:30 y ya estaba Héctor esperándonos bajo el agua y con su mirada orienta hacia el cielo.

A las 8:00 en punto abrió la guardería náutica, y los muchachos cuando vieron entrar a Héctor, se miraron entre sí y le preguntaron:

Van a entrar a pescar? Con este tiempo? Ustedes están locos!!!

Quedamos en aguantar un rato hasta disminuya un poco la lluvia, mientras saboreamos unas buenas facturas y preparábamos los equipos.

A las 9:40 abordamos la Gianella III, para poder realizar esta pesca tan esperada por nosotros cinco (Hernán, Hugo, Cesar, Julio y yo).

Mas allá del viento que se había generado y el cielo totalmente oscuro, que por momento se iluminada con unos espectaculares rayos, tuve la oportunidad de clavar una excelente boga de unos casi 4 kilos, los que me hicieron aflojar el freno del reel en dos oportunidades, para evitar cortar la línea.

Ratos mas tarde, Hernán pudo cobrar venganza con otra excelente boga y un espectacular armado que visitaba los malecones, y para no ser menos, Julio se anoto con una boga más (no era muy grande como él dice, pero bueno, el tiempo no lo ayudo).

Muy cerca del mediodía, la amenazante tormenta nos invito a disfrutar de un asadito con vino y cerveza en la isla, lo cual nos permitió secarnos un poco y charlar de las bondades que tiene la pesca deportiva.

Una vez terminado el postre, encaramos hacia los malecones para seguir probando suerte con esta especie.

Y así se dio, nuevamente Hernán y Héctor invitaron a subir a la embarcación a unas bogas, acompañadas por unos grandes bagres, lo mismo intentaron Hugo y Cesar, pero no tuvieron suerte (debe ser por que les cayo mal el partido de Boca contra River).

La cantidad no fue de lo mejor, pero lo que si fueron muchas, son las ganas de pescar, seguramente ninguno de nosotros se va olvidar de esta inolvidable excursión acuática..

Es así, que confirmamos el regreso dentro de poco tiempo, para tomar una revancha más, en esta zona de pesca, como es Berisso.

Realmente le quiero agradecer a Héctor Hall por el servicio que nos brindo en dos oportunidades, ya que son pocos los guías que te esperan con ganas y voluntad de realizar una salida de pesca con condiciones climáticas totalmente desfavorables.