15 Diciembre 2006
Que pesca!!.
Por: Marcelo López.

 

Luego de casi dos años viendo desde España la pagina por Internet, tuve hoy la oportunidad de pescar bogas en los malecones.

A la hora fijada nos encontramos con Héctor y su famosa Gianella III, el grupo lo formábamos Luis Y Walter, dos fenómenos de Lujan, Nahuel (hijo de Héctor) y yo...Marcelo.

Partimos navegando por los canales de Berisso y luego de pasar por las cuatro bocas, pusimos proa hacia río adentro. Previo paso por Prefectura, ya estábamos rumbo a nuestro lugar de pesca. El viaje es mas o menos de 20 minutos. Al llegar al lugar previsto, se hicieron las maniobras de amarre, muy difíciles dicho de paso, ya que se debe fondear la embarcación en movimiento ,de popa un ancla y de proa un lazo sobre los palos sumergidos. Mientras armábamos los equipos, atendíamos las indicaciones del Maestro Héctor, que con lujos de detalles nos indicaba donde debíamos tirar nuestros aparejos. Hay que reconocer que tirar medio metro torcido implica perdida de línea, pero solo es cuestión de un poco de atención. Una vez preparado los equipos, el Capitán nos dio unos mates y no tardamos ni cinco minutos en tener el primer pique y vaya sorpresa al ver esas bogas que no bajaban de 3 kilos .Me habían recomendado usar un equipo liviano y es impresionante sentir la fuerza que tienen estos bichos que nunca se dan por vencidos. El pique es muy sutil, hay que tener el nylon tenso y cuando se afloja es ahí donde con una suave clavada comienza la lucha, donde la boga tiene la ventaja de los palos y las piedras sumergidas, pero si podemos sacarlas de esa zona, ahí es donde disfrutamos viendo como sale nylon de nuestro rotativo y al cabo de unos minutos vemos el tamaño que tienen y de verdad que no dejan de asombrarnos. Algo para destacar es la defensa que hace Héctor Hall por el RÍO Y SUS PECES ya que nos sugirió en un par de capturas la devolución ya que no eran tan grandes y para nosotros eran enormes. Los piques se sucedieron y en 4 horas estábamos mas que satisfechos y decidimos volver al puerto. Una experiencia inolvidable, rodeado de un lugar inigualable y con un guía pendiente de que no nos falte nada en ningún momento. Muchas gracias Héctor y a mis compañeros por hacer tan buena una jornada de pesca. 

Marcelo López   

 

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