Después de tantos años en esta actividad, tengo la suerte de contar y compartir jornadas con miles de pescadores deportivos que pasan año tras año por nuestras embarcaciones, de los cuales muchas veces uno aprende a manejar y conformar grupos, que en casi todos los casos son distintos. Tal es así que en alguna oportunidad nos toca disfrutar de la inocencia y felicidad de niños, que se embarcan con su papa por primera vez y al clavar un pez y luchar con el contagia felicidad. En otros casos, como en esta excursión de pesca concurren damas que alegremente acompañan a su pareja y al descubrir lo que significa luchar con las grandes bogas de Berisso comprenden el porque de tanta pasión y entusiasmo por este deporte de su amado y en algunos casos de sus hijos.

Gracias Fernanda, Damián y Gabriel por confiar en nosotros.

  PARA RECORDAR: Es muy importante reflexionar sobre el destino de las bogas pescadas. La devolución de las capturas tiene que ocupar un lugar preponderante en nuestro plan de pesca porque esta maravilla que hoy estamos disfrutando debe perpetuarse. De otra manera, las esplendidas bogas de los malecones de Berisso también engrosaran el triste libro de recuerdo de buena pesca.

En las imágenes que continúan también se pueden aprecias las capturas del grupo que participo de la jornada con Ricky.